Título:
Coraline
(título
original: Coraline)
Autor:
Neil Gaiman
Año
de publicación: 2002
Sinopsis:
Al día siguiente de mudarse de casa, Coraline explora las catorce
puertas de su nuevo hogar. Trece se pueden abrir con normalidad, pero
la decimocuarta está cerrada y tapiada. Cuando por fin consigue
abrirla, Coraline se encuentra con un pasadizo secreto que la conduce
a otra casa tan parecida a la suya que resulta escalofriante.
Sin
embargo, hay ciertas diferencias que llaman su atención: la comida
es más rica, los juguetes son tan desconocidos como maravillosos y,
sobre todo, hay otra madre y otro padre que quieren que Coraline se
quede con ellos, se convierta en su hija y no se marche nunca. Pronto
Coraline se da cuenta de que tras los espejos, hay otros niños que
han caído en la trampa. Son como almas perdidas, y ahora ella es su
única esperanza de salvación. Pero para rescatarlos tendrá también
que recuperar a sus verdaderos padres, y cumplir así el desafío que
le permitirá volver a su vida anterior.
Coraline
es una novela corta, ganadora de varios premios literarios, entre
ellos el
Premio Bram Stoker a la Mejor Obra para Jóvenes Lectores.
Originalmente, está destinada a la lectura de público juvenil, pero
a pesar de todo, con mis largos dieciséis años decidí darle una
oportunidad.
La
intención de leer el libro surgió a partir de que descubrí que
había una película con el mismo título de mi director de cine
favorito, Tim Burton. Con la constancia de una fiel fanática me
obligué a mi misma a mirar la película, y descubrí, después de
verla en varias ocasiones, que se convertiría en una de mis
favoritas del director.
No
conforme con esto, ni con los increíbles misterios no revelados de
la trama, me propuse leer el libro en el que fue basada la película,
del reconocido autor de novelas juveniles, Neil Gaiman, y en mi
reciente viaje a la feria del libro compré el volumen para poder
continuar con la exploración de la trama fantástica de la novela.
El
libro comienza narrando la historia de Coraline Jones, una hija única
que se muda con sus padres a una antigua casa, ahora convertida en
departamentos en alquiler. Desde el principio de la historia, se
descubre que Coraline es una niña intrépida y muy inteligente, que
dedica sus primeros días en su nuevo hogar a la exploración de los
alrededores.
Durante
su inspección de la casa, y tras varios intentos fallidos de llamar
la atención de sus padres, Coraline descubre que en el viejo salón,
destinado a la decoración, se esconde una puerta oculta y pequeña,
la única a la que la joven no puede acceder de las catorce que
encuentra.
Los
instintos aventureros la impulsan a pedir ayuda de su madre para
abrir la puerta y descubrir los misterios que se esconden detrás.
Coraline
se decepciona al descubrir una aburrida pared de ladrillos detrás de
la puerta, pero a pesar de su insistencia, su madre se niega a
ayudarla más, obligando a la niña a cumplir su promesa y dejar de
molestarla.
Esa
misma noche, después de cenar otro de los terroríficos y adultos
platillos de su padre, Coraline descubre una pequeña sombra
escabullirse en la noche, y al seguirla, descubre también que
proviene del mundo detrás de la puerta secreta.
Al
cruzar la puerta, Coraline descubre un mundo diferente al que habita,
con una madre atenta y hermosa, y un padre dedicado y divertido. Del
otro lado de la puerta, la comida es deliciosa, todos los días son
de sol y el cariño de sus padres es incondicional. Sin embargo,
cuando vuelve al mundo al que pertenece, la ilusión se desvanece y
la realidad la presiona, creando una encrucijada en la mente de la
joven niña, que la obligará a escoger entre el mundo al que
pertenece o el mundo de los botones al que la otra madre quiere
arrastrarla con imperiosa y sospechosa necesidad.
Un
dato que quiero dejar en claro para los interesados en leer la
novela, es que no estoy de acuerdo con la etiqueta de “novela
juvenil” que se le da oficialmente. La narrativa de Neil es
exquisita y simple, para descanso de los lectores.
Desde
el principio de la historia, me sorprendí con la calidad de la
narración y la habilidad de descripción del autor, considerando las
limitaciones que impone la presión de un género destinado a un
público inexperto.
La
historia sigue un hilo en la trama perfecto, en el que hasta se puede
distinguir una introducción, un nudo y un desenlace.
Sin
embargo, a pesar de que la narrativa sea simple, aunque sarcástica y
amena, la trama es lo que realmente me sorprende y atrapa.
Creo
que es una historia muy divertida, amena, inteligente, y lo más
importante con un final feliz.
Es
un poco diferente de las que nos ofrece el mercado, al ser la
protagonista de la historia una niña, y una muy especial y
exploradora, que nos transportara al otro mundo de la mano de su
humor, espíritu aventurero y una dosis de la frescura propia de la
niñez.
No
conforme con esto, me decidí a hacer un análisis más completo de
la obra, así que para los que todavía no la leyeron, o quieren
mantener el misterio hasta la lectura, les recomiendo terminar aquí,
pero para los que ya tuvieron el placer de leer la novela y quieren
compartir sus ideas con las mías, aquí les dejo mi análisis
completo y pseudopsicológico sobre la obra:
A
simple vista, y bajo el análisis de un ojo poco crítico como el de
un niño, se podría decir que la trama es igual de simple que la
narrativa, pero si se le da una segunda lectura al texto, se pueden
descubrir infinitos indicios e interrogantes que dejan en claro la
profundidad de los temas tratados en la historia.
Análisis
pseudopsicológico:
Creo
que con esta novela, Neil nos quiso contar la historia de una niña
que inicia una etapa de crecimiento, en la que tiene como objetivo
definir su personalidad y su concepto propio de felicidad.
Al
comienzo de la historia, podemos ver en Coraline a una niña inmadura
y confusa, que ya no se divierte con los juegos que jugaba de niña,
y como única solución a su aburrimiento decide llamar la atención
de sus padres.
La
falta de cariño también es algo que se podría resaltar en la
historia, ya que es otro indicador de la inseguridad que la niña
siente al no haber definido aún su identidad.
Cuando
conoce al otro mundo, descubre un abanico de nuevos conceptos de
felicidad, que antes había creído la satisfacían.
Su
otra madre, creadora del otro mundo, había creado aquella escena de
“felicidad” siendo fiel a las necesidades y deseos que la misma
Coraline había propuesto al principio de la obra: una madre hermosa,
dedicada a la casa y a la familia, un padre divertido pero pasivo,
que supiera acompañar a la madre en el rol de familia perfecta,
comida deliciosa, juguetes innovadores, luces, colores, brillo, clima
perfecto, vecinos perfectos, entre otros factores.
A
pesar de todo, al llegar al otro mundo, y pasar allí varios días de
su vida, Coraline Jones descubre que lo que antes creía era
perfecto, realmente no la hace feliz, y demuestra su desconformidad
con su otra familia y el otro mundo. A raíz de esto la otra madre se
enfurece y encierra a sus verdaderos padres y a la propia Coraline en
el otro mundo para que se quede allí para siempre.
Aquí
es donde Coraline demuestra su valentía y convicción, retando a la
otra madre a un juego en el cual apuesta su vida y la de sus padres,
para volver al mundo real, y en el que arriesga lo mismo si pierde a
manos de su captora.
La
otra madre acepta y permite que Coraline explore el otro mundo en
búsqueda de respuestas que le permitan ganar el juego.
A
pesar de todas las trampas que le impone la otra madre, Coraline gana
limpiamente, y la otra madre se niega a dejarla escapar, pero no
cuenta con la valentía de Coraline, ni con su fiel compañero, el
gato negro que la acompaña en todas sus aventuras, gracias al cual
puede escapar y volver a su vida real con su familia y su gato.
Así
podemos ver la evolución de Coraline desde el principio de la obra,
ahora con una personalidad definida y un concepto propio de felicidad
y aceptación hacia su verdadera familia y su verdadero mundo.
Obra
altamente recomendada.
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