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Reseña: Sé lo que estás pensando

Título: Sé lo que estás pensando
(Título original: Think of a number)
Autor: John Verdon
Género: Thriller, policial
Año de publicación: 2010

Sinopsis:

Un hombre recibe una carta que lo invita a pensar en un número, cualquiera. Cuando abre el pequeño sobre que acompaña al texto, se da cuenta de que el número allí escrito es exactamente el que había pensado. David Gurney, un policía ya retirado, se verá involucrado en el caso cuando un conocido, el que ha recibido la carta, le pide ayuda para encontrar a su autor. Pero lo que en principio parecía poco más que un chantaje termina por convertirse en un asesinato que además guarda relación con otros homicidios previos. Gurney deberá desentrañar el misterio de cómo este criminal parece ser capaz de leer la mente de sus víctimas, para poder establecer el patrón que le permita atraparlo.

Reseña:

Sé lo que estás pensando es el primer libro de género policial que leo desde Sherlock Holmes, el padre de este género, y al contrario de lo que pensé al principio, resultó ser uno de los mejores libros que disfruté de leer en el año, con una trama por demás interesante y una narrativa limpia muy amena para el lector sedentario.

La historia comienza cuando David Gurney, un detective retirado y principiante en la vida de descanso, atiende al llamado desesperado de uno de sus “amigos” universitarios, un charlatán que maneja un centro de renovación espiritual y un ex alcohólico. Gurney, ansioso por la falta de adrenalina que su nueva vida de retirado conlleva, acepta asesorar a Mark Mellery, su ex compañero de estudios, y a ayudarlo a desentrañar el misterio de las carta que recibió días atrás.
 Lo increíble lo sorprende al plantearse la posibilidad de un criminal con cualidades extra sensoriales, dejando a Gurney completamente desorientado desde el principio, descubriendo luego con el asesinato de Mellery, que el modus operanti del asesino de los números contra el que se enfrenta es completamente diferente a lo que ha visto durante toda su carrera como detective.
 Junto a un singular grupo compuesto por policías idiotas, un ex colega renegado y  una psiquiatra forense con una inteligencia admirable, debe enfrentarse a los ataques del enemigo, descubriendo pronto que el loco de los números es en realidad un asesino en serie obsesionado con los policías y con el objetivo de hacer sufrir a todos aquellos que se propongan desentrañar los misterios de su pasado y la causa de los asesinatos en serie que comete a sangre fría.

El asesino de esta historia sin duda es uno fuera de serie, empezando por el hecho de que alega poder leerle la mente a sus víctimas, y después de una breve demostración que realiza en la primera carta que les envía logra así extorsionarlos y volverlos locos, regalándoles un par de poemas más con prosa y métrica perfecta, y así guiarlos lentamente hasta una muerte sangrienta y dejando atrás una escena del crimen imposible de descifrar y algunos objetos que ocultan nada más ni nada menos que los misterios de de la mente del asesino.

Por otro lado, el personaje principal, el detective retirado, David Gurney, se encuentra nuevamente en la línea de fuego con la aparición de un nuevo y singular asesino en serie que reclama la atención del público y específicamente de los policías del estado con sus caprichoso modo de actuar y sus macabras letras y poemas que envía a sus víctimas antes de darles muerte.
 Gurney es llamado por las autoridades del cuerpo policial para participar de la investigación, y a pesar de los reclamos de su esposa y de la pésima situación que vive puertas adentro después de la muerte prematura de uno de sus hijos, el detective vuelve a entrar en escena y se convierte rápidamente en el blanco principal del asesino al que se enfrentan.
 El detective hace uso de su inteligencia analítica durante el transcurso de la obra para analizar cada pista de las escenas del crimen y cada fragmento de la mente de su oponente que se deja entrever en los llamados desesperados de atención y las fuertes críticas al cuerpo policial que el asesino plantea a través de sus mensajes intricados y la simbología que deja como evidencia después de cada asesinato, dejando en claro su aversión por los hombres uniformados desde el primer enfrentamiento.  
 Con cada asesinato que se suma a la lista de su enemigo, Gurney descubre una pista nueva con la cual armar el rompecabezas que les permite finalmente desentrañar el misterio y atrapar al asesino.

La narración de la novela es muy amena y me recuerda por momentos a la narrativa de Stephen King, es decir una narrativa típica norteamericana, intricada en el momento justo y lo suficientemente concisa para no perder por un segundo la atención del lector. Los detalles de la trama demuestran el duro e impecable trabajo de investigación y el arduo proceso creativo por el que debió pasar el autor para escribir una novela de un nivel tan elevado, y lo admiro profundamente por esto.
 Además la novela está organizada en capítulos cortos, cada uno con su respectivo título, lo cual hace que la lectura sea aún más  interesante y llevadera.

Me gustó muchísimo y me parece que es un título perfecto para los principiantes en este género, o los lectores que no suelen sentirse atraídos por este tipo de lecturas. Es una obra increíble y con una trama original en un género por demás explotado.
¿Cuántos ángeles brillantes
 bailan sobre un alfiler?
¿Cuántos anhelos se ahogan
por el hecho de beber?
¿Has pensado alguna vez 
que el vaso era un gatillo
y que un día te dirás:
Dios mío cómo he podido?
Darás lo que has quitado
al recibir lo dado.

Sé todo lo que piensas,
sé cuándo parpadeas,
sé dónde has estado,
sé adónde irán tus pasos.
Vamos a vernos solos, 
señor 658.


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